LOS DUEÑOS DEL MUNDO

Andi Uriel Hernández Sánchez

En los últimos años, sobre todo a raíz de la desintegración de la Unión Soviética, el sistema capitalista mundial entró en una fase de rápida concentración y centralización de la riqueza mundial en un puñado de corporaciones, bancos, fondos de inversión y empresas productivas, detrás de los cuales se encuentran las familias más ricas del planeta, el 0.0001% de la población, quienes son los verdaderos dueños del mundo y del destino de nuestra especie.

En la actualidad la “libre competencia” en la que supuestamente está basado el sistema libre empresa (capitalista) no es más que una gran farsa, en realidad, la producción de mercancías, el comercio y el mercado financiero está totalmente monopolizado por el mismo puñado de multimillonarios que ocultan su nombre y su rostro detrás de grandes consorcios de gestión o administración de inversiones tales como Vanguard, Blackrock o State Street, los llamados Tres Grandes en el mundo de las finanzas, que son dueñas de prácticamente todas las grandes marcas comerciales del planeta y que simplemente simulan competir entre sí.

Veamos, para el sociólogo español Andrés Piqueras del portal lahine.com, “el proceso de centralización del capital ha llevado a que sean unas pocas empresas matrices gigantescas las que poseen empresas (marcas) grandes, que a su vez son dueñas de otras medianas, las cuales por su parte detentan la propiedad de muchas pequeñas, como en un perverso juego de muñecas rusas”.

Por ejemplo, todas las marcas de alimentos envasados en el planeta son propiedad de una docena de empresas gigantescas: Pepsi Co., Coca-Cola, Nestlé, General Mills, Kellogg’s, Unilever, Mars, Kraft Heinz, Mondelez, Danone y Associated British Foods.

Estos 12 consorcios están dirigidos por consejos de administración en los que participan los mayores accionistas de cada empresa. Resulta, sin embargo, que los mayores accionistas son, a su vez, dos grandes empresas que aparecen sistemáticamente en todas y cada una de estos 12 grandes monopolios alimentarios, se trata del duopolio: Vanguard Group Inc. y Blackrock Inc.

Y aunque en Pepsico, por ejemplo, hay más de 3 mil accionistas, más de dos terceras partes de las acciones pertenecen al duopolio mencionado. Lo mismo ocurre en Coca Cola Inc, el supuesto competidor de Pepsi, pues tres de sus 4 mayores accionistas son los mismos consorcios: Vanguard, Blackrock y State Street, a las que se suma Berkshire Hathaway. Lo que significa que no existe ninguna competencia real entre estas empresas, pues pertenecen a los mismos grandes accionistas corporativos.

Lo mismo ocurre, por ejemplo, en el sector tecnológico, dominado por 10 grandes empresas: Apple, Samsung, Alphabet (empresa matriz de Google), Microsoft, Huawei, Dell, IBM, Sony y Meta.

Aquí también se observa la composición de “muñeca rusa”, pues Meta es dueña de Facebook, WhatsApp e Instagram; mientras que Alphabet controla Google y otras empresas menores como YouTube y Gmail, además de que es dueño de Android, el sistema operativo que utilizan la mayoría de los teléfonos inteligentes del mundo; y, lo mismo ocurre con Microsoft que es dueña de Windows y Xbox.

Pues bien, el 80% de las acciones de Meta está en manos de los mismos inversores corporativos que tienen concentrada la producción de alimentos en el mundo: Vanguard y Blackrock; mientras que State Street Corporation es el quinto mayor accionista. Por su parte, los cuatro principales inversores institucionales de Apple son Vanguard, Blackrock, Berkshire Hathaway y State Street Corporation y los tres principales accionistas institucionales de Microsoft son Vanguard, Blackrock y State Street Corporation.

Si se sigue repasando la lista de marcas tecnológicas -empresas que fabrican computadoras, teléfonos inteligentes, aparatos electrónicos y electrodomésticos- nuevamente aparecen como principales beneficiarios los mismos grandes corporativos: Vanguard, Blackrock, Berkshire Hathaway y State Street Corporation.

Esto mismo ocurre con los grandes medios de comunicación. Pues 6 grandes conglomerados transnacionales con sede en EEUU, controlan el 70% del negocio global de la comunicación: Time Warner, Disney, NewsCorp, NBC Universal, Viacom y CBS. Y nuevamente en las listas de sus mayores accionistas están ubicados los gigantescos fondos de inversión antes mencionados.

Vanguard, Blackrock, State Capital y otros consorcios similares, son también los mayores accionistas de las empresas de las industrias extractivas y de provisión de materias primas en general. Controlan la agroindustria de la que depende la «industria alimentaria» mundial. Estos inversores institucionales, por ejemplo, son dueños de Bayer, el mayor productor de semillas del mundo; también lo son de los mayores fabricantes de textiles y de muchas de las mayores empresas de ropa.

Son dueñas también de las refinerías de petróleo, de los mayores productores de paneles solares (de manera que controlan tanto los combustibles fósiles como las supuestas energías renovables) y de las industrias automovilística, aeronáutica y armamentística. Poseen todas las grandes compañías de tabaco, y también todas las grandes compañías farmacéuticas e institutos científicos. Igualmente son dueños de los grandes almacenes y de los mercados en línea como eBay, Amazon y AliExpress.

Ellos controlan también los bancos comerciales y los bancos centrales supuestamente “autónomos” de los países del mundo; prácticamente son dueños de la Reserva Federal de los Estados Unidos, la empresa encargada de imprimir los dólares con los que se controla todo el comercio mundial, así como de los grandes organismos financieros del planeta: El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, encargados de imponer créditos leoninos a los países subdesarrollados y de impulsar la expansión del modelo neoliberal a todos los países del planeta.

Podemos resumir lo mencionado diciendo que tan solo 3 megaempresas de Fondos de Inversión, son las dueñas mayoritarias en el 60% de todas las empresas del mundo: BLACKROCK, VANGUARD y STREET CAPITAL.

De manera que en el mundo actual no hay forma de escapar del control de estos grandes monopolios, del capital financiero que ha concentrado el capital bancario, comercial y productivo en una sola maquinaria que también controla la industria de las armas y que está engullendo al mundo entero, son ellos quienes se encuentran detrás de las guerras, las pandemias y la hambruna en el mundo. Todos trabajamos y consumimos para enriquecer a estos grandes corporativos.

Según un reciente análisis de Bloomberg, el portal estadounidense especializado en negocios, tan solo Vanguard y Blackrock gestionan las acciones de más de 13 mil grandes marcas del planeta y se espera que para 2028 obtengan ganancias por más de 20 billones de dólares, mucho más que el Producto Interno Bruto de la mayoría de los países.

Pero, deberíamos preguntarnos, ¿Quién o quiénes son los dueños de estos dos monstruos corporativos?

Pues bien, resulta que estas empresas de inversión son propiedad de su propio grupo de accionistas, los cuales, y esto es lo relevante, también son propietarios entre sí. Todos son accionistas de las empresas de los demás. Juntos forman una reducidísima cúspide de propietarios.

El presidente de Blacrock es Larry Fink, un judío sionista de los que promueven la masacre en Gaza, quien recientemente se reunió con las dos candidatas a la presidencia de México: Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez. Sin embargo, el mayor accionista de Blackrock es Vanguard.

Y es aquí donde el asunto se pone más turbio. «Vanguard tiene una estructura única que nos impide ver quiénes son los verdaderos accionistas. La élite propietaria de Vanguard no quiere que nadie sepa que son los propietarios de la empresa más poderosa del planeta. Aun así, si se indaga lo suficiente, se pueden encontrar pistas sobre quiénes son estos propietarios», señala Piqueras.

Y esto es porque sus principales accionistas están entre el 0.001% de la población mundial, se trata de las verdaderas familias más ricas del planeta, entre ellas los Rothschild, los DuPont, los Rockefeller, los Walton, los Murdoch, los Oppenheimer y los Morgan. Quienes controlan el mundo a sus anchas.

Una última observación, el año pasado Blackrock y el gobierno de Ucrania firmaron un acuerdo para crear un Fondo de Desarrollo de Ucrania, con la finalidad de “movilizar capital para llevar a cabo la reconstrucción del país centrándose en sectores como la energía, las infraestructuras, la agricultura, la industria y tecnologías de la información”, sin embargo, en los hechos esto implica que Ucrania pagará está deuda entregando sus activos principales a esta trasnacional: desde sus tierras negras muy productivas hasta sus redes eléctricas, incluidos los fondos de ayuda internacional y los activos de sus principales empresas.

Es decir, básicamente Ucrania pasará a ser propiedad total de esta transnacional, esta es una de las grandes razones por las que los gobiernos occidentales no quieren que Ucrania haga negociaciones de paz con Rusia, pues entre más se prolongue el conflicto más crecerán las ganancias de la élite mundial, los grandes acumuladores y concentradores de la riqueza mundial, quienes conducen al mundo a la catástrofe ambiental o la locura de la guerra nuclear. Urge, por eso, construir una sociedad distinta a la capitalista, una tarea que solo los trabajadores organizados y educados podremos llevar a cabo exitosamente.