El pueblo debe disfrutar del arte

Del 22 al 24 de noviembre se realizará uno de los más importantes eventos artísticos promovidos por el Movimiento Antorchista Nacional: el XXIII Encuentro Nacional de Teatro que, luego de una pausa obligada, volverá a tener como sede al Teatro de la Paz en San Luis Potosí, un monumento neoclásico del siglo XIX y uno de los cuatro principales recintos teatrales del país.

Durante tres días este recinto, declarado como patrimonio histórico de los mexicanos, será el foro en que distintas compañías teatrales de todo el país presentarán los frutos de su arduo trabajo. Se trata de compañías fundamentalmente integradas por niños, jóvenes y adultos, provenientes de las capas más humildes y trabajadoras del país, que se presentarán ante un público con la misma composición.

Por ello, el Encuentro Nacional de Teatro organizado por los antorchistas, será como todas las veces un gran acontecimiento histórico, algo que por desgracia ocurre muy pocas veces en este país: una importante representación del pueblo disfrutará del arte de la más alta calidad de forma totalmente gratuita.

En Antorcha se promueve la actividad artística desde hace 50 años, porque es una herramienta insustituible en la educación política y sensibilización de las clases trabajadoras que nos hemos propuesto organizar en torno a nuestro proyecto de Nación. No lo hacemos para “lavarnos la cara” porque no tenemos nada de qué avergonzarnos y mucho menos para lucrar como ocurre con el arte que se produce en casi toda la sociedad capitalista moderna.

El arte, en cualquiera de sus manifestaciones, ya sea como literatura, música, teatro, pintura o arquitectura tiene siempre como objetivo provocar placer estético, que no siempre proviene solo de lo bello. Muchas veces, sobre todo, una obra de teatro o la lectura de un libro puede provocarnos el llanto y aunque sea provocado por los aspectos tristes o dolorosos de la obra, nos provocan paradójicamente un placer, el placer estético, lo que a su vez provoca felicidad.

Pero, además, el arte tiene un componente educativo insustituible en la consciencia de los hombres, como dijera el Ing. Aquiles Córdova Morán en sus Conferencias Culturales: “el arte genera casi automáticamente ideas elevadas en la mente del hombre, lo emparenta con los grandes valores de la humanidad como la belleza, la bondad, la verdad, la tolerancia; lo acerca al mundo de las ideas superiores y lo aleja de los sentimientos bajos, de la envidia, la mezquindad, el egoísmo, la ira y el deseo de hacer daño”.

Y es adquiriendo todas esas virtudes y cultivandolas seguramente se producirán mexicanos más dispuestos a transformar la injusta realidad en la que vivimos, en la que, al pueblo trabajador, quienes producen la inmensa riqueza social con sus manos se le mantiene sometido y sin acceso a una vida digna y feliz, en donde el disfrute del placer estético tiene un lugar importante.

Así pues, el Concurso Nacional de Teatro jamás ha tenido como objetivo promover el mezquino espíritu de competencia y el deseo individualista de triunfar a toda costa, su propósito siempre ha sido sintetizar el gran esfuerzo artístico desplegado por nuestros grupos culturales en todo el país, promover la fraternidad y la hermandad entre nosotros para que, una vez evaluados en el gran foro, las distintas obras de teatro en competencia se lleven hasta los pueblos campesinos y colonias marginadas en donde hacemos trabajo organizativo.

Buscamos hacer felices a los trabajadores, devolverle el derecho al goce estético no solo a los antorchistas, también a quienes no lo son, por ello nuestros eventos son gratuitos y abiertos a todo público.

Desde Veracruz, nos representará un grupo de jóvenes entusiastas de los municipios de Veracruz y Xalapa, quienes dirigidos por el novel director Miguel Ángel Jácome llevan semanas preparando la obra “Verdugos y Víctimas” del gran intelectual mexicanos Ricardo Flores Magón, líder revolucionario del siglo XX que dedicó toda su vida a la causa obrera y encabezó algunos de los movimientos precursores de la Revolución Mexicana.

Flores Magón conocía el poder que tenía el arte, particularmente el teatro, para despertar y conmover la conciencia de los trabajadores, por lo que en un lenguaje sencillo, tomando en consideración las limitaciones culturales del público al que iba destinado, denunció en “Verdugos y Víctimas” la traición que los dirigentes del movimiento obrero sindical cometieron en contra de los trabajadores aliándose con el gobierno burgués del presidente Venustiano Carranza, para regatear o incluso negarle a los obreros los derechos conquistados en la Constitución Federal de 1917.

En su obra, Flores Magón plantea la necesidad de que los obreros formen sus propias organizaciones y luchen sin estar sometidos al poder público y sin intervención de sus patrones. Quizá eran planteamientos muy adelantados para su época y aún era necesario desarrollar en México la teoría revolucionaria que plantea a los trabajadores la salida a su situación de explotación y miseria en el capitalismo.

Sin embargo, la gran lección sigue siendo plenamente vigente: el pueblo trabajador de México debe organizarse en torno a un movimiento verdaderamente nacido en su seno, pero ahora ya no solo para mejorar momentáneamente su situación económica sino para tomar el poder político del país y construir un sistema social y económico más justo para todos.

Y precisamente para continuar difundiendo este mensaje y para colaborar en la sensibilización y toma de conciencia del pueblo trabajador, es que el Grupo de Teatro del Movimiento Antorchista en Veracruz prepara “Víctimas y Verdugos”, a quienes por su puesto les deseamos el mayor de los éxitos, pues muy seguramente pronto estarán presentando los resultados de su arduo esfuerzo entre los antorchistas veracruzanos.