Regidora solicita licencia sin logros que justifiquen su ausencia

Córdoba, Ver.- A pesar de no haber demostrado resultados tangibles en materia de Bienestar Animal durante su gestión, la regidora María Luisa Martínez no dudó en solicitar al cabildo un permiso sin goce de sueldo por un mes, a partir del 2 de abril.
Lo más cuestionable es que su petición llega después de que sus aspiraciones a la alcaldía de Córdoba quedaran truncadas, lo que genera dudas sobre el verdadero motivo de su ausencia.
En la sesión de cabildo de este lunes, se aprobó su solicitud de licencia por 60 días, aunque la edil no ofreció ninguna explicación pública sobre las razones de su alejamiento temporal.


Llama la atención que este permiso coincida con un periodo electoral en el que, inicialmente, buscó participar; aseguran que esta acción es una maniobra para involucrarse en campañas políticas sin asumir las responsabilidades de su cargo.
Martínez Ramírez no puede presumir de avances significativos en su área. Uno de los casos más graves fue la matanza masiva de perros y gatos en el mercado Revolución, donde primero exigió castigo para los responsables y después se retractó sin justificación.
Su gestión quedó en evidencia al no lograr siquiera actualizar el Reglamento de Bienestar Animal, una de sus principales encomiendas.


Su labor se limitó a un par de jornadas de esterilización, realizadas justo cuando comenzaba el movimiento electoral, lo que sugiere que su interés no era resolver el problema, sino capitalizar políticamente las acciones.
Estas campañas, más cercanas al autopromoción que a una política pública efectiva, no lograron impactar en la problemática de abandono y maltrato animal.
Con esta licencia, parece indicar que la regidora aprovechará este mes para sumarse a las campañas de su partido, dejando en claro que su prioridad nunca fue la ciudadanía ni los animales, sino sus ambiciones personales.


Es inadmisible que, tras tres años de gestión opaca, pretenda ausentarse sin rendir cuentas, mientras los problemas que debió atender siguen sin solución.
La licencia de Martínez Ramírez confirma lo que muchos sospechaban: su cargo fue solo un trampolín político.
Si en tres años no pudo concretar proyectos sustanciales, qué puede ofrecer ahora, pues su salida temporal no solo refleja irresponsabilidad, sino el desdén por quienes confiaron en su trabajo.
La ciudadanía merece representantes comprometidos, no figuras que abandonan su puesto cuando más se les necesita.